Taller de apreciación musical para niños. Aquí internalizan los aspectos básicos de la música, como son el ritmo, la melodía, el pulso y la armonía, de manera casi inconsciente, jugando con la voz, el cuerpo y los instrumentos más habituales.
Logramos esta internalización de la teoría y práctica musical con diferentes juegos como cantar, saltar, bailar, correr, hacer diferente sonidos con diferentes instrumentos, mezclándolos, usando sus canciones conocidas o creándolas con palabras y hechos diarios vividos con los niños. De esta manera captamos la atención del niño, que aprende casi sin darse cuenta de los conceptos musicales que repite.
Pedagogía:
Una enseñanza consciente para un aprendizaje inconsciente. Nosotros somos conscientes hasta del último paso de la clase que damos, de la forma en que mostramos uno u otro juego, y ellos son receptores naturales; ahí reside facilidad del método y la evolución constante de los alumnos.
Constante repetición. Al jugar durante 45 minutos o una hora por semana en clase, y luego en casa con sus padres, juegos diferentes y variados, pero implicando siempre los mismos conceptos teóricos y prácticos, ellos internalizan la música como esencia.
Más allá de la parte práctica de esta pedagogía, los profesores que nos comprometemos con la filosofía de crear un mundo musical para los niños, procuramos que los chicos aprendan y crezcan siempre con amor, con armonía, con creatividad y paz.
La música es un lenguaje universal que nos permite trabajar la expresión, la creatividad, la concentración, el respeto, la solidaridad, el saber estuchar al otro, la paciencia, la constancia, reconocer los momentos de silencio y los de comunicación.
Este método actúa tanto individual como grupalmente. Los niños tienen la oportunidad de mostrar sus canciones, las creadas en la clase o sus actividades, a otros niños, produciendo así un ambiente cálido de juego colectivo sin la presencia del temor o la vergüenza.
